Fortalecimiento de la Conservación y la Colaboración Comunitaria

En diciembre, A Rocha Perú organizó un viaje especial a Trujillo como muestra de agradecimiento a los miembros de la comunidad que desempeñaron un papel clave en la conservación a lo largo del año, incluyendo a artesanas, voluntarios y aliados locales. Este encuentro no solo fortaleció los lazos entre los participantes, sino que también brindó una valiosa oportunidad para intercambiar experiencias y aprender en entornos que resaltan la importancia de la conservación y el trabajo en equipo.

Guía explicado sobre las ruinas de Chan Chan (Diciembre, 2024)

Durante la visita, se exploró el impresionante paraje de Conache, un destino turístico ubicado dentro de un ecosistema de bosque seco. La experiencia permitió comprender el rol esencial de la colaboración comunitaria en la protección de estos paisajes y en la promoción del turismo sostenible.

El grupo también recorrió los sitios arqueológicos de Moche y Chan Chan, lugares de gran relevancia histórica y cultural, ambos rodeados por bosque seco. Estas visitas ofrecieron un espacio de reflexión sobre la conexión entre el patrimonio natural y cultural, así como sobre la responsabilidad compartida de preservarlos para las futuras generaciones.

Este viaje fue un testimonio del poder de la comunidad, demostrando que, al unir fuerzas, es posible generar un impacto real en la conservación y el desarrollo sostenible. A Rocha Perú expresó su más sincero agradecimiento a todos los participantes por formar parte de esta experiencia enriquecedora y por su compromiso con la protección del medio ambiente.

Jardín Sensorial para la Armonía y el Bienestar

El 11 de marzo, A Rocha Perú, el colegio Monterrico Christian School (MCS) y la organización cristiana Cristo para la Ciudad firmaron un convenio de cooperación para desarrollar un pequeño proyecto de conservación ambiental y responsabilidad social durante el año 2025. Esta iniciativa, que forma parte del programa Iglesia Verde, contará con el apoyo de nuestra nueva coordinadora, Hannah Wilkinson, y tendrá la participación de estudiantes de secundaria de MCS como parte de su currículo educativo.

Hannah firmando el acuerdo con el MCS (11 de Marzo, 2025)

El objetivo de este proyecto es co-diseñar e implementar un Jardín Sensorial, dependiendo de la viabilidad y las decisiones finales de diseño de los estudiantes, para Vidas que Valen, un ministerio ubicado en Villa El Salvador y liderado por el pastor Walter Matos de la Iglesia Bautista El Fundamento. Este ministerio brinda apoyo a familias con hijos con discapacidad, ofreciendo acompañamiento y asistencia en su vida diaria. La iniciativa fue inspirada por la experiencia personal del pastor con su hijo, quien tenía una discapacidad, y su deseo de crear un espacio de bienestar y recreación para familias que enfrentan desafíos similares.

A través de este convenio, A Rocha Perú brindará asesoría técnica, conducirá talleres sobre estrategia ambiental y ofrecerá acompañamiento constante durante todo el proceso. Como parte del compromiso educativo de MCS, los estudiantes no solo diseñarán el jardín, sino que también participarán activamente en su posible construcción, con el objetivo de crear un espacio de paz y restauración para las familias de Vidas que Valen. La inauguración del jardín está tentativamente programada para septiembre de 2025, dependiendo del desarrollo del proyecto.

Esta colaboración une la fe, la educación y la mayordomía de la creación, siendo un testimonio viviente del poder transformador del trabajo en conjunto. ¡Celebramos con alegría el inicio de este camino para acercar la creación de Dios a quienes más lo necesitan!

Agroecología en Acción

En diciembre, A Rocha Perú llevó a cabo dos talleres prácticos de agroecología dirigidos a 15 agricultores de las comunidades de Santa María, Pueblo Nuevo, Tecapa, San Pedro de Lloc y San Demetrio. Estas jornadas se desarrollaron en un pequeño parche de bosque donde trabaja activamente el Ecoclub “Bosque Teresiano”, un espacio clave para la conservación y el aprendizaje.

Biólogo César Romero explicando sobre técnicas de fertilización agrícola (Diciembre, 2024)

Los talleres fueron liderados por el biólogo César Romero, especialista en agroecología, y se centraron en la producción de compost tipo bocashi y biofermentos, técnicas fundamentales para mejorar la productividad agrícola de manera sostenible. Además de compartir conocimientos técnicos, se realizaron encuestas antes y después de cada taller para medir el impacto del aprendizaje en los participantes. 

Los resultados fueron alentadores: se evidenció un aumento significativo en el conocimiento y la adopción de prácticas agroecológicas. Al brindar a los agricultores herramientas para el uso de abonos orgánicos, no solo promovemos una agricultura más saludable y resiliente, sino que también fortalecemos el compromiso con la conservación del bosque seco y la regeneración del suelo.

Nuevos Algarrobos para un Futuro Próspero

En los paisajes abrasados por el sol de La Libertad, donde los bosques secos enfrentan cada vez más las amenazas del cambio climático y la deforestación, una historia de esperanza está echando raíces—un árbol a la vez.

Siembra de algarrobos en Pacasmayo (Febrero, 2025)

Entre enero y marzo de 2025, nuestro vivero de semillas ha cumplido un rol fundamental en la crianza de especies nativas como el algarrobo, así como de plantas comestibles como el ají escabeche y limo, papaya, pacay, limón, naranja, tara y espinaca. Cada planta se cultiva con propósito y cuidado—algunas están destinadas a restaurar ecosistemas frágiles, mientras que otras buscan alimentar y fortalecer a las familias locales. Solo en esta temporada, más de 100 plantones de algarrobo criados en el vivero han sido exitosamente sembrados en Pacasmayo y Pacanguilla, devolviendo vida y resiliencia a la tierra.

Semillas de algarrobo germinando en el vivero (Febrero, 2025)

Nuestro compromiso con la comunidad también florece a través de la donación de diversas especies de plantas. En esta temporada, entregamos 22 plantas de ají escabeche a las familias de San Demetrio, y flores a las mujeres que cocinan con dedicación en el comedor comunitario Micaela Bastidas. Estos gestos, aunque sencillos, ayudan a enriquecer la biodiversidad local y fortalecen el vínculo entre el vivero y las personas que lo rodean.

Cada semilla sembrada, cada árbol plantado y cada planta compartida nos recuerda lo que es posible cuando unimos la paciencia, la dedicación y el trabajo colectivo. Juntos, no solo estamos cultivando bosques—estamos sembrando un futuro con raíces de esperanza.